Dos volúmenes configurados en L

La vivienda proyectada por la arquitecta Clara González Gil, supone un magnífico ejercicio de integración en su entorno inmediato.

La obra, de nueva planta, consta de dos volúmenes diferenciados organizados en forma de L. El primero de ellos se resuelve en planta baja y en él tienen cabida los dormitorios y aseos de toda la vivienda. El otro volumen consta de dos plantas comunicadas a través de una elegante doble altura que acoge, en la parte superior, una zona de estudio, y en la parte inferior, un salón comedor que se abre a una terraza exterior cubierta. Por su parte la cocina se dispone en la planta ubicada bajo el estudio.

La construcción del conjunto ha sido realizada íntegramente en madera, tanto en la estructura como en los acabados exteriores e interiores. Precisamente el empleo de la madera y el alto nivel de ejecución en los acabados logran transmitir una agradable sensación de calidez y confort que hacen de esta vivienda un ejemplo a seguir.