Aerotermia, temperaturas confortables todo el año

En un contexto inflacionista como el actual, toda ayuda para reducir costes y no depender tanto de las facturas de la electricidad y el gas es bien recibida. La aerotermia puede ser la mejor aliada de las viviendas y los edificios residenciales para ahorrar costes. Este tipo de energía renovable transforma el aire ambiente para alimentar sistemas de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS).
Qué es la aerotermia
Cuando pensamos en el aire como fuente de energía renovable, nos imaginamos uno de esos inmensos molinos de viento que coronan nuestros montes. No podemos instalar uno así en nuestra vivienda o en nuestra comunidad de vecinos. Pero sí que podemos apostar por la energía aerotérmica como forma de calentar el agua y las estancias de nuestras casas, así como refrigerarlas en verano.
La aerotermia es un tipo de energía térmica que una bomba de calor extrae del aire ambiente. Al ser el aire su materia prima es completamente renovable.
Las bombas de calor consumen electricidad, pero generan mucha más energía de la que reciben. Dependiendo de su eficiencia, podemos estar hablando de más del triple. De tal forma que si tenemos un termo o un calentador de agua eléctricos estaremos consumiendo claramente más que si contáramos con un sistema aerotérmico.
E igual pasa con la calefacción convencional. La aerotermia consume solo el 30% de la energía eléctrica que necesita un sistema calefactor.
En lo que respecta al gas, si no se usa para cocinar y solo es necesario para la calefacción o calentar el agua, la implantación de sistemas aerotérmicos puede conllevar su eliminación. Lo cual podría traducirse en un gran ahorro mes a mes.

Cómo funciona la aeotermia
La clave de estos sistemas es, sin duda, la bomba de calor. Esta puede ser de dos tipos aire-aire o aire-agua. Sus denominaciones dejan poco lugar a dudas. La primera transforma el aire en aire (caliente o frío) y la segunda en agua.
Por ello, la bomba de calor aire-aire solo sirve para sistemas de calefacción y refrigeración. En cambio, la aire-agua también vale para generar agua caliente sanitaria.
Si se instala el segundo tipo de bomba de calor, las funcionalidades, obviamente, aumentan.
Además, a diferencia de los aires acondicionados, un dispositivo con el que estamos más familiarizados, las bombas de calor tienen dos modos. Frío y caliente.
Así, cuando se quiera enfriar una estancia, por ejemplo, en verano cuando el calor aprieta, el sistema extrae el calor de la vivienda y lo envía al circuito refrigerante. Allí se eleva la presión y la temperatura y se exporta el calor al exterior. A la vez que se reduce la presión y la temperatura drásticamente para devolver aire frío al hogar.
Por el contrario, si lo que se busca es calentar una vivienda o el agua, sucede al revés. El aire se extrae desde el exterior y se transforma en aire o agua caliente que llega al interior del inmueble. En el caso del agua caliente, se instalará un depósito para acumularla, calentarla y redistribuirla por la red de tuberías del inmueble.
La bomba de calor se sitúa en el exterior de la vivienda, siendo el dispositivo que o bien extrae el aire ambiente de fuera o bien expulsa el aire ambiente de dentro. De ahí que haya que tener en cuenta que es necesario poder instalarla en la fachada. Si bien los diseños son cada vez más estéticos y menos voluminosos.
Principales ventajas de la aerotermia
- Ahorro en la factura de la luz y el gas. La aerotermia facilita grandes ahorros energéticos. Sobre todo de gas, puesto que puede sustituirlo en su función de recurso energético que sirve para calentar el agua y hacer funcionar el sistema de calefacción. Pero también de la electricidad. Ya que los sistemas aerotérmicos consumen menos que el calentador o la calefacción eléctrica.
- Confort. Poder contar con un sistema de calefacción y refrigeración mejora mucho las condiciones de confortabilidad de una vivienda. Gracias a la aerotermia se pueden tener temperaturas agradables todo el año. Tanto en invierno como en verano.
- Un único sistema. En la actualidad, ya hay hogares que tienen un sistema de refrigeración y uno de calefacción. Los sistemas aerotérmicos fusionan ambos. La bomba de calor, como ya hemos visto, tiene dos modos, uno para transferir aire caliente al interior y otro para expulsarlo al exterior y cambiarlo por aire fresco.
- Continuidad del servicio. Se puede extraer energía del aire ambiente hasta en invierno con bajas temperaturas. Y las 24 horas del día. Cabe precisar no obstante que si la vivienda se encuentra en una zona en la que las temperaturas bajo cero son frecuentes, su rendimiento podría verse afectado. De lo contrario, es un sistema altamente productivo.
- Reducción de la contaminación. No tiene emisiones contaminantes. Su impacto medioambiental iría asociado a la electricidad que usa para funcionar.
- Retorno de la inversión. Apostar por este tipo de sistemas implica estar dispuesto a realizar una inversión inicial alta, que, sin embargo, se amortiza holgadamente. No en vano, el ahorro en la factura de la luz puede superar el 30%. Y el empleo de gas puede ser directamente eliminado.

Complementarse con otras energías renovables
Como ya hemos aclarado, la bomba de calor necesita energía eléctrica para poder generar la aerotérmica. Por ello, su implementación podría completarse con la instalación de paneles fotovoltaicos.
La acción combinada de la energía fotovoltaica y la aerotérmica reduciría el consumo de electricidad de la vivienda o el edificio residencial a mínimos. Los paneles solares generan electricidad para la luz, los aparatos eléctricos y la bomba de calor. Y esta se haría cargo de los sistemas de calefacción y ACS.
La instalación combinada de sistemas aerotérmicos y paneles fotovoltaicos podría conducir a los hogares hacia un consumo 0 de electricidad proveniente de la red eléctrica.
Aislamiento y suelos radiantes
La energía aerotérmica por sí misma no garantiza la eficiencia energética de una vivienda o un piso. Necesita ir acompañada de otras medidas.
Como, por ejemplo, un buen aislamiento del inmueble. Absolutamente clave para que este sea capaz de retener el calor generado por el sistema aerotérmico. O la calidad de las ventanas, que deben sellar bien ya no solo para evitar la salida del calor, sino para impedir la entrada del calor o el frío exterior indeseados.
Pero, sobre todo, la aerotermia conlleva apostar por suelos radiantes o radiadores de baja temperatura. Si no se instala una de estas tecnologías, no se estarán exprimiendo todos los beneficios de esta energía y, por lo tanto, el ahorro en electricidad será menor. Con lo que el periodo de amortización también se verá incrementado. ¿Por qué?
Sistemas como el suelo radiante o los radiadores de baja temperatura trabajan, precisamente, con temperaturas más bajas pero constantes. Así logran los mismos efectos que los radiadores convencionales, pero sin tener que emplear, como estos, altas temperaturas.
Al no tener que generar temperaturas tan altas, los sistemas aerotérmicos o las instalaciones geotérmicas son opciones mucho mejores que los sistemas convencionales. Ya que la bomba de calor no tendrá que emplear tanta electricidad para hacer su función. Sacándole el máximo partido a los recursos energéticos renovables. El aire ambiente en el caso de la aerotermia y el suelo terrestre en lo que respecta a la geotermia.
Hogares confortables y eficientes todo el año
En este sentido, Desarrolla Obras y Servicios es una auténtica experta en la implementación tanto de la aerotermia como del suelo radiante. Un avance tecnológico que dota de calidez y confort a las viviendas. Un salto de calidad de grandes dimensiones con respecto a los viejos sistemas de calefacción.
En definitiva, todos estos sistemas tienen un doble objetivo final. Por un lado, ayudar a ahorrar tanto en la factura de la electricidad como, sobre todo, en la del gas. Y por el otro, contribuir a que las personas vivan en espacios más confortables, con una temperatura agradable todo el año.
Al fin yal cabo, la habitabilidad de nuestros hogares es uno de los grandes desafíos de este siglo.
Visítanos en la sede de la constructora en A Coruña.